Me encantan estas minas.
Hacen cosas muy locas.
Disonancias por 200, todas asquerosamente afinadas.
Merecen morir (léase: envidia)
Me fascina cómo suenan como un lamento cuando la melodía amerita.
Y como se pasan de fiesta cuando la cosa está "en mayor".
Escúchenlas acá
No hay comentarios.:
Publicar un comentario