Che Toro, con el tiempo fui desarrollando un pequeño cargo de conciencia que fue creciendo en vez de desaparecer.
¿Viste cuando te llevé al aeropuerto? Viste que no estacioné ni te acompañé adentro sino que te dejé en la puerta de la terminal y me fui? Bueno, siempre me quedé pensando que te dejé garpando mal. Es que era sábado y los grossitos esperaban y eso. Encima vos te la pasaste durmiendo como un zapato y pensé que no daba ponerse cariñoso.
Pero bueno, si venís de nuevo te llevo hasta el bolso.
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