Si hay un lugar al que voy los domingos a la nochecita, insistentemente cuando empieza el calor es Plaza Dorrego... no sé por qué... no me gusta San Telmo y no me gusta el Tango...
O mejor dicho, no sabía por qué
Porque hoy me di cuenta que cada vez que voy a San Telmo me enamoro unas quince o dieciseis veces...
por cuadra.
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