julio 27, 2006

Gente

En mis últimos minutos en Baires sucedió algo digno de ser contado acá.
Mi last call para embarcar era a las 12:30.
12:01 me llama Rabino y me dice "aguantame que salgo para allá". Le digo que ya me tengo que ir. Me dice que no joda, y que le vaya pidiendo un tostado con una coca.
Le digo a mi hermana que el tostado trae 4 pedazos. Hasta que llegue le como uno y reacomodo los triangulitos para que piense que vienen 3. Si es que llega, claro.
12:18 el kía aparece. El tostado tardó más que él, que venía de San Martín (?)
Menos la ley de violación de menores y un par de incisos de la ley de comercio exterior, violó todas las demás para llegar a tiempo.
Que es un boludo, creo que no se discute, porque al final tuvimos 12 minutos para saludarnos nomás. Pero esas cosas las hacen solamente los tipos de fierro.
Guarda cuando pases frente a un parlante, que por ahí te quedás pegado, salamín.


PD: ¡más vale que me comí un triángulo! ¡Qué pregunta!

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