Como puede ser que a los 22 años me haya agarrado piojos!??
Bueno, creanme que fue todo un retroceso a la niñez, eso de pasarte el peine fino hasta que te arde la capocha, ver como un insecto asqueroso se mueve entre los dientes del peine recien salido de tu pelo, apretarlos hasta que escuchas *click* (murio), ponerte un producto que te obliga a abrir la puerta del baño del olor fuerte (del cual tu hermano se queja a doscientos metros y que en el prospecto se prohibe a embarazadas o mas de tres aplicaciones al mes :P) y lavar todo lo que estuvo en contacto con tu cabeza (sabanas, ropa, mochila (!) perro de lana que decora tu cama)
Por eso vengo a avisar a este blog que si les pica la cabeza, se los contagie yo.
Joz cuidado con Dylan... Maga, guarda con Joa!
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