No siempre da resultado gritar.
En algunas ocasiones nos hacen creer aquellos que atienden al publico por telefono, que hablando la gente se entiende. Y prometen cosas.
Uno se reconforta y se llena el alma.
Despues, a la semana siguiente uno llama para exigir el cumplimiento de lo prometido.
- No, esa persona dejo de trabajar hace una semana, lo siento. En que puedo ayudarlo?
Y ahi empezamos de nuevo.
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