Me llegaron las bases de un concurso de cuentos para personas de habla española, residentes en Israel.
Si uno tiene en cuenta que los organizadores no pueden participar, y que no le voy a avisar a mi hermana... ¿quién me puede ganar? Esta es la mia!
Oops, mi hermana lee este blog.
Bueh, nimporta, con una mención me conformo.
La cosa es que empecé a escribir el cuento. Así, con una imagen en la cabeza. Sin el TEMA. A lo guapo. Me deje teclear. Me venía saliendo un cuento medio cre, cuando de repente en el último renglón... así, como por azar, escribí algo... que cambió por completo el cuento. Y se convirtió en un cuentazo.
Así que... bueno... no se... mucha formación no tengo. Más bien deformación.
Pero como me conozco a mí mismo, ahora se me instaló en la cabeza que quiero ganar.
Una vez gané un tubo de papas fritas Pringles en Villa Gessel por saber cómo se llamaba el disco nuevo de Patricia Sosa. Es hora de renovar el título de grosso.
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