Las detesto, chicas.
Todas bienudas, copetudas, cogotudas.
Porque cuando hay que ponerse las botas y patear a los que se creen que pueden hacer cualquiera, ustedes se van a la pelu y se hacen color. Y después de decolorarse un montón de neuronas, se hacen las manos, (bv).
Me alteran los nervios, chicas bien.
Porque no se animan a ponerle el pecho a nada.
Y las convocamos para que den una mano, para que todos estemos mejor... Y ustedes siguen con esa pose de "yo soy buena y católica" que me revienta.
Y arrugan.
Y se cagan en el progreso real, por el que hay que pelear.
Y se cagan en su educación (bien paga, claro).
Yo sé que hay chicas bien copadas, pero la experiencia me demuestra hoy que la mayoría se cubre el culo antes de arriesgarse y jugarse por un cambio. Las únicas que nos hicimos cargo del problema somos las laburantes de siempre.
Flaquita... Tipo... Tipo que curtite.
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